Jin Xiuhui me llamó después de transcurrir sólo un día. Con un tono complaciente del mal ajeno dijo, ?Ayer ha venido una mujer llamada Wei Hui buscándote con mucha inquietud! Hasta entonces,logré de repente acordarme de que: la anterior vez se me había olvidado recoger a Wei Hui en el templo a la hora de irme.
Lo sucedido posteriormente ayer había sido un verdadero horror. ?Cómo Wei Hui no iba a quejarse de mí con Wang Yu? La llamé de inmediato, pero antes de pronunciar esas dos palabras ¨Lo siento¨, ella dijo - ?Qué va! ?Si he tenido muy buena cosecha!- Le pregunté - ?Qué cosecha has tenido después de ser ¨abandonada¨ por mí ayer? - Dijo que anoche había llegado a casa demasiado tarde, por lo tanto no me lo había contado a tiempo. Y que ahora estaba durmiendo, ya me lo contaría luego cuando tenga un hueco. Yo pensaba que esta supuesta cosecha de Wei Hui se asociaría seguramente con algún ¨hombre¨.
Así que recordé otra vez aquella escena de despedirme del manicomio: una muchacha, llamada Yu Xinman, quien se desmayó frente a mí. Era esto un accidente?
Me encontré con este profesor Yoshiki Sato quien se consideraba como ¨un viejo amigo de los chinos¨ en un renombrado restaurante de ¨cocina japonesa¨ donde ofrecían la barbacoa preparada con carbón refinado proveniente de Hokkaido. El profesor Yoshiki Sato se graduó en la Universidad Kyoto de Japón, y ahora se dedicaba a la ense?anza clínica en una Universidad de Medicina de Donghai.
Este restaurante se llamaba Saikio, lo cual me había recordado La Batalla del río Yalu Sino-Japonesa, parecía que había un buque japonés bombardeado y hundido por Deng Shichang tenía justamente este nombre. Sato no era muy alto, pero tampoco jorobado, siempre permanecía el busto prácticamente erguido sea de pie sea sentado. Tenía una apariencia muy in, pero con unos ojos un poco vizcos. Aunque era mi segunda vez de verlo, me había dado una impresión totalmente nueva esta vez. Este restaurante ¨Saikio¨ se ubicaba en la famosa calle Qing Shan de Donghai. Decían que por esta calle se desplazaban dos terceras partes de los Laowais (los extranjeros) de Donghai.
él estaba sentado enfrente de mí, sólo nos separaba una mesa. ?Lo que me parecía cari?oso era que Sr. Yoshiki Sato sabía hablar chino! Se creía que el motivo de mi invitación fuese ayudarle a promocionar aquellas novelas suyas. En realidad esto era una mera excusa por querer verlo. En general, sus novelas eróticas no eran tan buenas como las de Ji Hui, incluso con unos contenidos contradictorios. En sus escasas novelas publicadas, la impresión que él le había dado a la gente era que no le importaban las tramas de la historia, sino que sólo se enfocaba en los procesos de movimiento psicológico entre los personajes. El género literario era en forma de diario en el que se cuenta historias en ¨primera persona¨. Así que los lectores de Sato eran aquellos hombres y mujeres de edad media con mucha similitud con él mismo tanto en la edad como en las experiencias de la vida. Mi propósito principal de hoy era intentar a ¨abrirle la boca con palanca¨ para enterarse de unas historias de amor ocultas de Ma Li. No sabía si debía ponerme sobresaltado o penoso ante la revelación de esta explosiva información de que Ji Hui consumía drogas. Ji Hui ya no va a hablar nunca más. El motivo de andar con rodeos para acudir a Yoshiki Sato era querer escuchar sus comentarios. Las palabras de Xu Tao de la otra vez había conseguido apagar otra vez mi esperanza de atribuirme los méritos y salvar mi carrera. Ji Hui era una suicida, ?además no tenía ni un duro en el bolsillo en este a?o antes de su muerte! Siendo así, todavía estaba consumiendo y comercializando drogas. Por el momento, debo desvincularme de ella o tomar la iniciativa de mantenerme en silencio durante un periodo? Tendré que encerrar a Ji Hui otra vez aunque por ganar la vida tenga que retornar al trabajo.
- ?Fumas?- Preguntó el Sr. Sato sentado enfrente pasándome una refinada cigarrera mientras mi mente estaba marchando como una tranvía sin carriles. - No, gracias.- Recuperé la mirada para volverla en su cara.
él retiró un cigarro para ponerlo en la boca, luego lo encendió. Dio una profunda calada, y acompa?ada de una respiración profunda. Desde allí, empecé a olfatear un olor del tabaco divulgado por él: Era un aroma ligero, con un toque de mentol extendido por todas partes en el aire.
- ?También te gusta leer esta clase de libros?- Preguntó él.
- Sí, tú sabes, Ji Hui, mi ex novia, ha sido conocida por la gente por escribir esta clase de libros.- ?Qué descarado soy! Sin querer he mencionado a Ji Hui otra vez. Sato sonrió, asintió con la cabeza - ?Este tipo de libros son los mejores, se acercan a la naturaleza humana, se aproximan a la vida! Sé que los chinos sois un poco reacios al respecto, creéis que aquellos contenidos son un poco ¨eróticos¨.- En eso se puso a reír. - La educación ética que reciben los chinos es distinta a la occidental o japonesa.- Expliqué, como un apologista hipócrita. - Hacer el amor o tener la vida sexual es un acto en el que igualamos y también diferenciamos los humanos y los animales. Hablando de manera médica y clínica, se trata de un indicador científico sobre la expectativa de vida y la calidad de vida para los humanos.- Hasta aquí sus ojos detrás de los lentes brillaban.
- Sé que, usted también escribe este tipo......de novelas, y han sido muy exitosas.- Dije un poco piropeándole. - Soy un profesor de medicina, ?me dedico al trabajo relacionado con el cuerpo humano! Es otro intento mío el escribir esta clase de libros: Quiero conocer a la gente, sobre todo a vosotros los chinos, para saber si sus instintos físicos siguen teniendo una salida normal.-
- ?Usted cree que ha tenido éxito en este intento?
- Mucho, esto es precisamente lo que te voy a contar luego. Vosotros los chinos o las chinas, en cierto modo, tenéis una psicología sexual más sana que nosotros los japoneses o las japonesas.-
- Ah,?sí?-
- Lo que pasa es que ellas han llevado demasiado tiempo comprimidas, y les falta una cultura erótica. Tanto las películas adultas como los libros del mismo estilo son prohibidos en las bibliotecas públicas, ?sí o no? No existe una cultura buena y sana para influenciarlas.- En eso, vino la camarera del restaurante, trajo sushi, sashimi, wasabi, etc, el Sr. Yoshiki Sato pidió también una botella de sake ¨DAIWA¨. Me di cuenta por primera vez de que todas las camareras de aquí atendían a los clientes vestidas de kimono.
- Profesor Sato, el estilo de sus libros es muy similar al de las obras del escritor de su país Junichi Watanabe.-
- Sí, hay gente que lo cree así. Don Watanabe y yo los dos somos médicos japoneses, pero también somos distintos. Porque él abandonó posteriormente la medicina, salió de nuestra sublime carrera de atención médica. En cambio, he persistido en esta sagrada tierra. Es verdad, él se ha convertido en un escritor profesional, y yo me empecino aquí. La medicina es mi primera vida, lo siguiente es la literatura. No existe otra forma más emocionante para mí que ser tratado como ¨médico¨.-? Hasta aquí hizo una pausa, no prosiguió el discurso mientras bebía el sake hasta confirmó minuciosamente que yo seguía prestándole la atención, - Cuando una japonesa se viste de kimono, ya tiene que comprender muchos razonamientos.- Siguiendo la dirección de su mirada, vi a esas camareras transitando para servir a los clientes. - Ellas te atienden en ese tipo de vestimenta es para que no te cohibas, también para que sepas que estás en una casa de nosotros los japoneses.- Por supuesto, el propósito principal de mi venida hoy no es escuchar su charla. Saqué el libro de Ji Hui La Vida Disoluta en Xihai, por sorpresa, él también sacó un libro, escrito por él mismo. El mismo se llamaba Mis Amores en Extranjero. Nos habíamos intercambiado los libros. Abrí su libro con ansias. Se nota que Sato es un escritor quien valora, desde un punto de vista filosófica, estos términos tabú para los chinos como sexo, deseo, erotismo. Este libro ha sido publicado en Malaysia. En este libro, hay una presentación sobre Sato, y después ya son los experimentos sexuales dondequiera y cuandoquiera de la pareja protagonista. ?Sus descripciones sobre estas escenas de relación sexual son únicas! En el cual están las imágenes claras de hombres y mujeres desnudos fornicando, desde la parte de los genitales tanto masculinos como femeninos hasta las variadas posturas de hacer el amor entre hombre y mujer, él ha rese?ado todo esto a través del ¨primer papel Yo¨ en el libro. A decir verdad, mientras hojeaba aquellas imágenes con semi-texto, yo estaba masticando el sashimi un poco manchado de sangre......y luego poco a poco ya no podía tragarlo más. Aquellos amores llenos de concupiscencia primitiva entre un hombre y una mujer en el libro han demostrado a los lectores los verdaderos ¨principios de la jungla¨. ?Es él un genio? ?Un médico? ?Un escritor? ?O simplemente un loco? Cogió el libro que se lo di, no tardó nada en devolvérmelo después de? ? leerlo rápidamente. él no paraba de decir - Este libro es apto para los jóvenes, no es adecuado para gente como yo.- Conseguí por fin conducir el tema hasta ¨Ma Li¨ al ver que se había recuperado bastante del juicio......
Se iban acumulando cada vez más extranjeros en ¨Saikio¨, algunos japonés estaban incluso preguntándose entre sí, entraban y salían levantando la cortina de la puerta. A la reiterada invitación del Sr. Sato, al final también eché un poco del sake ¨DAIWA¨ para degustarlo. Levanté con ambas manos el vaso, con una actitud bastante sincera. A nuestro lado estaba justo una pareja china, que me lanzaba hasta una mirada despectiva al ver esta conducta mía.? Giré la cabeza para echar un vistazo a la mesa contigua, resultaba que ellos estaban tomando vino tinto de Francia.
Sinceramente, no estaba nada bueno aquel sake japonés, no era ni sabroso ni refrescante, ?encima enfriaba el estómago! Pensaba que, a los ojos de este médico japonés enfrente, además de querer mostrarme la existencia de un producto nipón, el cual tenía también otra función, por lo menos para mí, este alcohol podría servir como enjuague y desinfectante al ser combinado con ¨La Comida Japonesa¨. Ante mis ojos, Sato había acabado dos botellas de aquello, y seguía llamando sin parar para que le traigan más.
- ?Tan bueno está?- Le pregunté cuando Sr. Sato pidió la tercera botella de sake.
Se enderezó un poco, dejó la copa, levantó la cara rúbea.
- Este vino me recuerda a Japón! Nuestro Hokkaido es famoso precisamente por la elaboración de ese tipo de vino.- Al verme con mucha atención, proseguía diciendo, - Cuando era muy peque?o, a mi madre, ya la vi fermentar y destilar ese tipo de alcohol. El vino que hacía mi madre era muy suave y espeso, un poco parecido al vino de arroz de vuestra comarca Chong′an. El vino es mi mejor conmemoración de mi madre.-
Sentí con la cabeza, elogiando: - Profesor Sato eres también un hijo respetuoso.-
él su puso muy contento con mi estimación, pero dio un suspiro, y volvió a hablar: - Pero mi madre se ha suicidado por culpa de sus dos personas más queridas.-
?Al escucharlo, me atraganté casi con la comida que estaba masticando! Hice una pausa, tragué la comida en la boca en silencio, sin darme tiempo ni para limpiarme la boca, continué preguntando: - ?Qué os había pasado en tu familia cuando eras muy peque?o?-
- Mi madre había pillado a mi padre acostándose con otra mujer -- y no pudo librarse de ello.- Bajo el efecto de alcohol, al Sr. Sato le resplandecían tanto la cara como el cuello de rubor.
Aquella pareja de la mesa vecina podría haber escuchado esta palabra otra vez, giraron pasmadamente media cabeza para escuchar más.
- ?Vaya, es así! ?Qué detestable es aquella mujer! Verbalmente estaba condenándola, ?pero en el fondo me? regocijaba del mal ajeno!
- ?No digas así, ella era mi tía-- la hermana mayor de mi madre!-
- Ah, tu--?tía? Somos una familia.- Yo no entendía lo que quería decir Sato en este instante, todavía fingía ¨una furia¨, - ?Caramba, ella merece un castigo!- Meneando mi cara, como si no podía creer en mis oídos.
- No, no puedes juzgarla de esta manera.- Al verme un poco como armar un alboroto sobre una nimiedad, incluso se detuvo, mirándome atentamente, y luego rió.
Me dejó por un momento perplejo: - ?Quieres decir que tu tía no tiene la culpa?-
- ?Puede ser que los chino pensáis sobre este punto desde un punto de vista totalmente distinto al de nosotros los japoneses! Esto no tiene nada que ver con mi tía. Sólo puedo decir que, ella era una mujer atractiva.- ?Me quedé un poco boquiabierto de asombro al escucharle hablar así!
No solamente yo, sino los de al lado también estaban sorprendidos junto conmigo. Era muy evidente que Sr. Sato estaba en el bando de su tía cuando hablaba de su madre y tía.
- Había problemas en la relación de mis padres, en realidad era sólo un asunto entre ellos. La cosa era muy simple, mi padre se había enamorado de otra persona-- esa persona era mi tía. No había remedios con esto. ?Sólo querían estar juntos! Se consagraban entre sí, Se ocupaban entre sí, gozándose en la alegría del amor. ?Pero por sorpresa, mi madre eligió un modo tan radical para dejarles libres!-
- Qué cruel. Esto es increíble.- Exhalé un suspiro.
- El suicidio, es una cultura en Japón, sobre este punto es aún menos comprensible en China. Sí, el encanto de una mujer ejerce un papel muy relevante en la vida de un hombre. He reflejado ya tanto este argumento como las historias al respecto en mi otro libro.-
- ?Tengo que leerlo sí o sí! - En eso, dije una palabra de corazón.
Sr. Sato volvió a reír: - ?Gracias, no seas tan cumplido, esta clase de historia ya está pasada de moda en Japón! Debes leer un poco las cosas de Danny, sus argumentos son muy cercanos a la realidad de su país-- La depresión, la distorsión. Las relaciones intrincadas y ricas entre los personajes, además las había escrito muy reales.-
- ?Las has leído?-
- Si se tratan de libros que reflejan el mundo interior verdadero de los chinos, en especial, de las chinas, siempre tengo que leerlos de antemano. ?Las has leído tú?-
Me apresuré a asentir con la cabeza,? como si estuviera contestando una pregunta al profesor: - Yo había leído aquel libro de ella recién publicado, dentro hay un personaje muy parecido a su mejor amiga en vida real.-
- Exactamente, la Se?orita Ma Li. - Me adelantó para contestarme la duda.
En este instante, habíamos terminado casi la comida, la camarera trajo una ración de frutas gratis. Sr. Sato miró al reloj, se tragó el contenido que iba a hablar al principio, se levantó. Me dijo: - También me interesan mucho las cosas de la Se?orita Ma Li, seguramente también te gustaría conocerlas, cuesta un? poco de tiempo hablar sobre las historias de las mujeres. las cuales están llenas de diversas circunstancias, igual que los varios pliegues secretos dentro de su cuerpo inferior. Sin embargo, esta tarde tengo todavía una gran operación que realizar,? tengo que acudir al hospital ahora! Mi paciente me necesita más en este momento.- Manifestaba una expresión algo relajada cuando hablaba así.
Me levanté antes que él. Su reacción era bastante ágil, extendió una mano para detener una mano mía con la cual quería sacar el dinero.
- Sr. Wang, déjame pagar esta comida. ?Aquí es como nuestra casa en Japón! Estoy obligado a invitarte......?Ya quedaremos otro día para charlar!-
Al escucharle hablar así, por supuesto debía de fijar la fecha del próximo encuentro con él. Habíamos quedado para el próximo lunes, decidiría yo el sitio.
Vi como Sr. Sato fue a pagar la cuenta, al mismo tiempo propinó generosamente a aquella camarera vestida de kimono.